Si sos de esas personas a las que les gusta explorar en sus viajes o realizar algún deporte extremo, este artículo está pensado para vos.
¿Qué es el turismo aventura?
Es aquel que, en función de las características geográficas de un lugar y su paisaje, logra aunar la actividad física, la cercanía al ambiente, la interacción con otros y la interculturalidad, proveyendo una experiencia única a los actores. Y si hablamos de experiencias, no es algo menor mencionar que si bien este tipo de turismo implica un mayor esfuerzo físico y mental también desaloja al turista de su lugar de espectador, para asignarle un rol protagónico en esta gran aventura.
Esta forma alternativa de hacer turismo constituye una variante para aquellos que han desarrollado solamente el turismo convencional de playa y sol, o para quienes aprovechaban las oportunidades brindadas por su entorno laboral para conocer nuevos destinos. Desarrollar un turismo activo, fuera de lo común, aprovechando lo que nos ofrece la naturaleza, puede a su vez constituir una nueva forma de revalorización de nuestra naturaleza.
El turismo aventura abre camino a nuevas sensaciones, donde el riesgo suele ser un factor motivador para muchos. Por lo tanto, si tenés ganas de reencontrarte con lo nuevo y con la naturaleza; si te gusta destilar adrenalina, y ser protagonista del escenario, esta es la opción turística que estabas buscando.
El turismo de aventura ha ido ganando más adeptos en el mundo y uno de los destinos más elegidos, suelen encontrarse en la República Argentina.
¿Qué hace que nuestro país sea una de las opciones más elegidas?
El territorio argentino tiene una variedad interesante de relieves. Desde las planicies al este que hacia el oeste van aumentando su altura, hasta los mares, ríos y lagunas proveen un amplio espectro de posibilidades de acción e interacción con el medio. De este modo el turismo no sólo queda supeditado a la contemplación del ambiente, sino que desafía la mente y el cuerpo de los turistas que se enamoran de este abanico de posibilidades de acción.
La multiplicidad y variedad de escenarios consisten en grandes atractivos de nuestro territorio.
¿Qué hacer y dónde?
Teniendo en cuenta el hábitat en el que se desarrollen, el turismo aventura puede incluir terrestres, acuáticas o aéreas, tales como el montañismo o alpinismo, mountain bike o bicicleta de montaña, rafting, piragüismo o parapentismo, entre otras.
A continuación, nombraremos algunas de estas actividades atractivas y donde se pueden realizar.
Rafting: navegar un río de aguas blancas, con presencia de turbulencias y en dirección de la corriente, suele ser una experiencia de mucha adrenalina que te invita a poner toda tu fe, en esa pequeña balsa en la que se realiza el viaje.
Mendoza:
El Río Atuel, cerca de San Rafael constituye uno de los mejores destinos para hacer rafting. Recomendable entre los meses de julio y abril, posee hasta el tercer nivel de dificultad, lo cual lo hace viable para múltiple público. Sus recorridos pueden ser variables en distancia y duración oscilando entre los 6 y 16 km.
Neuquén:
1- El Río Limay, nacido en el lag Nahuel Huapi y con más de 500 km de recorrido, constituye una muy buena opción para principiantes, sobre todo entre los meses de noviembre y abril
2- El Río Aluminé, uno de los destinos más elegidos para este deporte debido al gran caudal, la altura y turbulencia de sus rápidos. Si bien provee un divertido y agitado paseo, no deja de lado los momentos de descanso necesario para contemplar el paisaje. Ideal para disfrutar entre los meses de octubre y marzo.
Salta:
El Río Juramento, ideal para realizar rafting todo el año, posee un recorrido de 12 kms que se enlaza con las imponentes formaciones geológicas atravesadas pos el paisaje silvestre.
El montañismo
También denominado alpinismo, es uno de los deportes extremos que pueden dar un nuevo sentido a tus viajes. Actividad que pone a prueba no sólo la fortaleza de tus piernas y brazos, sino también tus habilidades a la hora de escalar, es considerada de alto riesgo dentro del turismo aventura. Esta actividad requiere de cierta indumentaria que brinde protección a quienes la practican, tales como un arnés de cintura, calzado de gran adherencia, resina de magnesio para las manos y mosquetones de seguridad.
Por otra parte, se considera de suma importancia que su realización no sea individual, debido a los riesgos que implica y se sugiere en algunos casos, prácticas previas en paredes artificiales.
No obstante, una vez revisadas las condiciones meteorológicas y del terreno, nada puede obstaculizar esta gran experiencia que estás a punto de vivir.
Ushuaia: se puede realizar montañismo en El Monte Olivia, es un cerro a 1326 más con 4 rutas de ascensión de un importante nivel de dificultad de ascenso. Requiere vestimenta de abrigo especial y piquetas de escalada con nieve.
Río Negro: el Monte Tronador nos espera con sus 3185 mts. Recomendada la aventura para los meses comprendidos entre octubre y diciembre, normalmente la expedición puede durar 3 jornadas incluyendo 2 noches en la montaña.
Neuquén: un punto icónico para realizar montañismo es el Volcán Lanín. Ubicado en el parque nacional que lleva el mismo nombre, sólo se permite el ascenso de 80 personas diarias pudiendo estás pasar solamente una noche en la montaña. Normalmente la expedición puede durar una noche y dos jornadas. Los especialistas recomiendan realizar la actividad en los meses comprendidos entre octubre y marzo.
Parapentismo
Actividad en la que, a través de un aerodeslizador, se busca descender de la cima de algún cerro o montaña escalada, impulsándose para desarrollar la caída. Una vez en el aire, el vuelo lo controla el parapente que con vientos a favor llegará al destino indicado por el aventurero.
En Córdoba, más precisamente en Cuchi Corral a 18 kms de La Cumbre se puede encontrar un lugar ideal para esta actividad. El clima, las características del relieve se unen para brindar a los amantes de este deporte un espacio ideal en medio de la perfección de las laderas circundantes.
En Río Negro, más precisamente en el Bolsón, se desarrolla un espacio ideal para simular el vuelo de las aves. Un microclima ideal, rodeado de una orografía sin igual, enmarcan un gran escenario para desplegar el deseo indómito de estar en el aire, de aquellos adeptos al parapentismo.